Es innegable el protagonismo de la Tecnología de la Información en la sociedad actual.
La relevancia de Internet es un gran ejemplo de la penetración exponencial de un ámbito que abarca tanto el sector empresarial como el doméstico.
Actualmente, prácticamente cualquier proceso o protocolo corporativo implica una infraestructura informática en la sombra que sirve de base en la que apoyarse.
Las ventajas de esta incorporación en la competitividad de la Empresa resultan obvios:
Optimización de los recursos.
Menor coste productivo.
Simplificación de los procesos.
Permite aunar sinergias colaborativas entre departamentos.
Como es lógico, el hecho de que estos procesos recaigan sobre un sistema informático conlleva una gran responsabilidad sobre la infraestructura. Un corte en un servicio puede paralizar prácticamente la actividad empresarial, ocasionando pérdidas en el volumen de negocio y afectando negativamente a la competitividad en el mercado. Y nadie se salva, ni siquiera el omnipresente Google.
Es por ello que la Informática, como concepto global, tiene forzosamente una gran responsabilidad dentro del conjunto de la sociedad contemporánea.
Y los profesionales del sector debemos ser conscientes de nuestra obligada dedicación y servicio constante a ésta.
No obstante, nuestra posición implica una especie de anonimato dentro del entramado económico. Los sistemas son complejos para un no profesional, además de costosos; y normalmente nadie se acuerda de ellos hasta que fallan y se desata la crisis.
Así pues el departamento de Sistemas de Información de una Empresa típica es tratado como un coste que lastra las cuentas sin tener en cuenta los beneficios que aportan sus servicios.
A pesar de todo lo anterior, nadie duda que éste es un sector de gran valor productivo y económico. Existen grandes compañías del sector entre las mayores del planeta.
Además, en estos tiempos de crisis, este sector tiene una poderoso argumento: el software abierto. Esta característica poco explotada tiene la peculiaridad de no sólo ahorrar en infraestructura, si no de generar riqueza local. Un software que uno mismo puede modificar implica oferta de empresas próximas que ofrezcan adaptar las diferentes soluciones a las necesidades concretas de cada cliente.
El dinero no se gastan en costosas y limitativas licencias extranjeras, si no que puede reinvertirse en la sociedad local generando empleo y conocimiento.
Resumiendo pues, existe una simbiosis entre Sociedad e Informática, que es responsabilidad de ambos, e igualmente beneficiosa para las partes.
http://itnotes.lacoctelera.net/post/2009/05/20/la-informatica-dentro-la-sociedad
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